Blogia
Emma Rouault

EL COMIENZO SIEMPRE RESULTA...¿?

 

La primera clase, 8 de febrero, la última asignatura para mí, ya resulta desconcertante porque no sé si estoy al final mirando al principio o, realmente al principio de una asignatura nueva.

Después me encuentro con unas preguntas: ¿qué entiendo por dificultades de aprendizaje?, ¿qué sé de las dificultades de aprendizaje?, ¿qué expectativas tengo con la asignatura? Y vuelve el desconcierto, esto parece una evaluación, una evaluación que se sitúa al principio y que se situará también al final. Principio y final vuelven a estar unidos como si se integraran en una misma      realidad.

Empezamos en el grupo a discutir sobre la primera pregunta y me viene a la cabeza un post que escribió Alejandro hace ya tiempo titulado “Todos somos un Cancre”, hacía referencia a un artículo publicado en “EL PAÍS” de una entrevista con Daniel Pennac quien, a punto de publicar la novela “El mal de la escuela”, hablaba de su penoso tránsito por la escuela como un “cancre”, término que no existe en español pero que viene a equivaler a un lastre, hasta que un profesor descubrió en él su capacidad para leer y escribir historias, demandándole cada vez más esfuerzo y exprimiendo su talento literario. La idea surge de inmediato, ¿deberíamos hablar de dificultades de aprendizaje o de potencialidades de aprendizaje?. Claro, si nos posicionamos desde las dificultades, tendríamos que establecer un protocolo de actuación destinado a la superación de dichas dificultades pero, si nuestro posicionamiento se sitúa en las potencialidades el protocolo iría destinado a encontrar la capacidad más potente de cada alumno. De todos modos, sigo pensando en el grupo, por lo menos físicamente, y me digo, pero si los dos protocolos coexisten, es decir, en el proceso de enseñanza- aprendizaje se tienen en cuenta tanto las dificultades como las potencialidades. En ese momento me acuerdo de Gustave Flaubert, quien según recogió Sartre en “L’idiot de la famille”, fue un niño con dificultades para captar las asociaciones de letras para formar sílabas y la de éstas para hacer palabras. Es de suponer que, para lograr llegar a ser uno de los escritores más importantes de la literatura francesa, tuvo que superar de algún modo esas dificultades de aprendizaje que, paradójicamente coincidían con su potencial talento en aquella misma área en la que tenía dificultad.

Todo este proceso me lleva a otra pregunta, ¿tenían o no tenían estos autores una dificultad de aprendizaje?. Si la respuesta es negativa surge otra pregunta ¿entonces, qué les pasaba, qué obstaculizaba su aprendizaje?. Probablemente sí tenían una dificultad de aprendizaje aunque fuera coyuntural o transitoria, diferente a las dificultades de aprendizaje con un origen neurológico, estudiadas también desde el campo de la medicina y que se nos trasladan desde esa posición médica.

Continuamos poniendo en común nuestras opiniones grupales y entonces aparece una conexión con lo que estaba pensando, consideramos las dificultades de aprendizaje a nivel global o a nivel específico?. Una dificultad de aprendizaje es cualquier obstáculo, ya sea físico, intelectual o social, que impide o dificulta el proceso de adquisición de un aprendizaje o, sólo se consideran dificultades de aprendizaje los obstáculos físicos y/o intelectuales?. En palabras de Alejandro ¿forman un continuo entre el aprendizaje general y la Educación Especial o, por el contrario forman parte de la Educación Especial? Mi idea partía del primer supuesto y, después de varias intervenciones, parece claro que resultaría restrictivo encuadrarlas en la Educación Especial porque, entre otras razones, un determinado estadio del desarrollo evolutivo puede verse puntualmente afectado por algún tipo de dificultad que no resulte incluida en la Educación Especial.

Otra pregunta interesante: ¿es posible crear una teoría general de las dificultades de aprendizaje?, en este caso yo tenía la idea de que sí era posible crear una teoría general, muy diluida a través de la que poder explicar el qué, cómo y por qué de las dificultades de aprendizaje, aunque me pareció mentalmente agotador, interminable. En realidad parece que no resulta posible crear una única teoría y esto porque, si tenemos en cuenta el funcionamiento modular del cerebro, podemos encontrar casos de individuos que tengan dificultades de aprendizaje en unas áreas pero no en otras, luego no podemos generalizar. Con razón se me hacía interminable el proceso de crear la teoría, porque pensaba en especificar cada posible dificultad y al resultado llamarlo teoría “general”, muy bien!.

En fin, tampoco estuvo mal la preguntita de Alejandro en relación con el área de Wernicke en el hemisferio izquierdo del cerebro ¡que pardilla!, me recordaba otra situación similar con Tim en la que me contestó: “muxas gracias Carmen, si no es por ti no habría xabido que me estaban txomando el pelou”. Qué vergüenza pasé!

En lo sucesivo prometo estar más “al loro”, pero es que hay veces que el pensamiento tiene que ser tan rápido que me resulta imposible, agotador, no sé si le pasará esto a alguien más o es que yo tengo una dificultad de aprendizaje?

1 comentario

Alejandro -

Hola Carmen

A mí me pasa.. ja ja... te lo aseguro. Gracias por compartir todo esto. Es muy reconfortante encontrar todas estas ideas tan bien expresadas. Ah y genial que te acordaras de Pennac, lo escribí pensando en nuestra asignatura de DA. Ya llegaremos... no tardaremos...

Un saludo

Alejandro